Sebastián Lelio: “Recién estoy en una posición en que puedo empezar a recibir beneficios”

Por Pilar Subiabre Doldán / Fotografía: Por Paul Katzenberger – Wikimedia Commons / CC-BY-ND-3.0

Tras el glamour de la alfombra roja de los Oscar y del éxito que por estos días tiene capturado a Sebastián Lelio -miembro de ATN desde 2009 y director de “Una Mujer Fantástica”- se esconden los gajes del oficio. Alcanzar el éxito conlleva un trabajo intenso y desafiar los sinsabores de una labor creativa llena de obstáculos. Algo que él ha sabido sortear con agudeza para entrar de lleno en la distribución internacional.

Sebastián dirigió su primera película hace doce años atrás, y antes de estar nominado al Óscar con la cinta “Una Mujer Fantástica”(2017) -coescrita junto al destacado guionista Gonzalo Maza-  realizó películas que tuvieron buena aceptación en diversas instancias del circuito cinematográfico extranjero, como con “La Sagrada Familia”(2006) o “El año del Tigre” (2011). Sin embargo, fue sólo con el reconocimiento que obtuvo “Gloria” (2013) que se le abrieron las puertas hacia una distribución internacional relevante.

Desde entonces, para él comenzó a tomar real sentido e importancia el concepto de derecho de autor. “Estoy aprendiendo sobre la marcha. Llevo más de diez años haciendo películas, pero recién hace cuatro, o incluso menos, estoy en una posición en que puedo empezar a recibir beneficios”, señala con franqueza, en medio de la vorágine de la promoción y reestreno de “Una Mujer Fantástica” en Chile y de la carrera hacia el Oscar.

Confiesa que el derecho de autor ha sido un proceso de aprendizaje largo, difícil de entender y que aún continúa. En este camino se ha vuelto consciente de la importancia que tiene para su carrera, para los autores y para la industria audiovisual global.  Es por ello que, luego de aprobada la Ley Larraín, se encuentra visitando la oficina de ATN para declarar sus obras, darles la debida protección legal y seguir ampliando sus conocimientos al respecto.

-¿Cómo ha sido tu acercamiento al derecho de autor?

“Siempre seguí los avances de lo que terminó siendo la Ley Ricardo Larraín y todo lo que fue esta lucha. He sido testigo del proceso y me parece una gran noticia, un hito, la aprobación de esta ley. Espero que se convierta en beneficios concretos para los creadores. Creo que ahora se va a generar un interés por los derechos y ojalá un círculo virtuoso”.

-¿En qué aspectos consideras que esta ley viene a beneficiar a los autores?

“Los creadores están en situación de fragilidad por todos lados. Es un reconocimiento moral para el autor y le da un valor concreto a una creación. Tiene que ver con reconocer un valor que antes no existía. Ahora existe, lo hace real, le pone cifras, le pone montos y eso lo mete en el mundo”.

El desafío (o “Nadie es profeta en su tierra”)

Este 2018 su consagración como director y la internacionalización de su carrera da un salto decisivo.  Además de tener una película nominada al Óscar y los Globos de Oro, estará presente en la cartelera mundial con “Disobedience” (protagonizada por Rachel Weisz y Rachel McAdams) y con el auto-remake de “Gloria” interpretada, esta vez, por la actriz Julianne Moore.

Sin embargo, en una entrevista realizada por Culto de Latercera.com el 26 de enero de 2018, Sebastián criticó que muchas veces en Chile se parte con el público o la crítica en contra y con los prejuicios sobre el cine chileno. Así le sucedió con “Gloria” que fue vista por casi un millón de espectadores en el mundo y en Chile alcanzó apenas 145 mil asistentes. (Ver La Tercera: “Cuánto público ve cine chileno en el extranjero”)

La paradoja de esta experiencia lo hizo modificar su visión como director. “Al principio lo único que quería era hacer películas, pero después se empieza a refinar lo que se quiere” y entonces decidió enfrentar los nuevos desafíos que la proyección internacional de su carrera comenzaba a demandarle.

Tanto el alcance y la distribución que tuvo “Gloria”, como a su vez la conexión que encontró con públicos de diversos países, sembraron en el director una nueva inquietud: lograr hacer películas en Chile que sean atractivas, pero que al mismo tiempo resuenen en otros lugares. Como él mismo señala: “Es imposible tocar lo universal si no viene de una especificidad absoluta, por ejemplo con ‘Gloria’. Esa señora no puede ser más chilena, pero sin embargo, allá en el mundo, está lleno de Glorias” dice mientras analiza el éxito del personaje que lo lanzó hacia la internacionalización definitiva.

-¿Dónde ves el principal desafío para la industria del cine chileno en la actualidad?

“Ya no es sólo querer hacer películas, sino que hacer películas que conecten, que interpelen y que resuenen. Que si están filmadas en Chile también tengan la calidad y la fuerza suficiente para estrenarse en salas comerciales de todo el mundo. Eso es un súper desafío y eso es algo nuevo para el cine chileno. Lograr pasar el rompeolas en los festivales internacionales y entrar en la distribución internacional de verdad. Eso es algo que había pasado excepcionalmente y ahora hay una frecuencia mayor. Eso es una conquista reciente”.

-¿Y cómo enfrentas tú este desafío?

“En mi caso, he ido derivando a hacer estas películas que ojalá funcionen tanto aquí en Chile como en otros países, sin dejar de ser por un segundo chilenas. Pero ese no es el camino o la respuesta. Yo creo que en una industria que cambia tanto, en plena modificación de los formatos y de las pantallas, también está todo moviéndose y muy rápido. Entonces, no sabemos qué va a estar pasando en diez años más. Pero lo que sí se sabe es que si se quiere funcionar al mismo tiempo, a nivel local e internacional, los proyectos tienen que tener un estándar y ese estándar es difícil lograrlo con recursos sólo chilenos. Hay que lograr hacer coproducciones, y en ese sentido creo que se ha avanzado mucho. Ahora hay muchas más redes e información que cuando partí”.

-¿Cómo ha sido tu experiencia camino al Oscar?

“Es mucho trabajo. Hay mucha prensa que hacer, mucha distribución, mucha promoción. El hecho de estar nominados a los Globos de Oro también ha sido un montón de trabajo de difusión, de hacer visible la película. Han sido meses. Esto partió en la Berlinale en febrero (2017) y ha sido un camino de todo el año.

-¿Cómo se realizó la promoción?

“Los distribuidores hacen llegar copia de la película a los miembros de la Academia. También se hacen screening y ahí uno va y habla con grupos de gente y se va instalando la película en la conversación. Por eso se hizo también un estreno allá, en Nueva York y Los Ángeles, de una semana. Esto permite que la película sea elegible y entre en la pelea. Por otra parte, este estreno generó las críticas, las cuáles fueron muy positivas, y eso también ayudó a quedar en la carrera”.

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