Rodrigo Bastidas, guionista y consejero de ATN: “Contar con el respaldo de ATN hace posible que sigamos creciendo también en el extranjero”.

Por Paula Quiroz

Cuatro obras en cartelera y todas a tablero vuelto: “Quién me escondió los zapatos negros”, “De uno a diez cuánto me quieres”, “No me deje hablando solo” y “Tres espermios desobedientes sin permiso de la mamá”. Es así de rotundo, Rodrigo Bastidas, este versátil actor, escritor, dramaturgo, director y guionista, tiene un talento indiscutido, sus obras, teleseries y películas resultan siempre éxitos irrefutables. Desde muy joven, estudiando teatro en la Pontificia Universidad Católica, comenzó a trabajar en el Teatro La Feria junto a Jaime Vadell y fue con él que empezó a escribir las líneas de lo que sería su fructífera carrera.  

Detrás de los fenómenos que provocan sus obras, existe una vasta trayectoria de 35 años haciendo dramaturgia. Con el Teatro Aparte, una de las compañías independientes con más trayectoria del país, ha realizado más de 15 obras, dentro de las cuales se encuentran: “Quién me escondió los zapatos negros”, “De uno a diez ¿cuánto me quieres?”, “Desatinadas”, “Ya no te gusto ¿verdad?” y “Consuegros”, entre otros.  “No es casualidad que cuando estrenamos una obra la sala se llene, porque hemos logrado tener una identidad y una manera particular de abordar ciertos temas, el público se siente identificado con los personajes, con las historias y eso hace que se sienta cómoda y se permita reírse hasta de ellos mismos”. En este sentido, sostiene que la amistad que han forjado a través de los años entre Magdalena Max-Neef, Elena Muñoz y Gabriel Prieto, es muy importante, se van creando vínculos, códigos. “Trato de trabajar con gente que admiro, que encuentro talentosa e inteligente pero que además quiero, para mí esas cosas son súper importantes, no podría trabajar con una persona que no conozco con la cual no tengo ninguna afinidad, no me nace, a mí me hace más feliz y me entretengo más, trabajando con gente que quiero”. 

Por eso, le encanta trabajar con sus hijos, Milena (35) guionista y Raimundo (28) cineasta. “Trabajar con ellos es muy enriquecedor, me ayudan muchísimo, son un tremendo aporte en mi proceso creativo porque tienen otra mirada, tienen otra edad, miran el mundo de otra manera”. Fueron ellos quienes censuraron “Tres Espermios desobedientes sin Permiso de la Mamá”. “La obra era muchísimo más puntúa, y ellos me dijeron papá es mucho, estás con el tejo pasado y la corté bastante”. Paralelamente estrenamos “No me deje hablando solo”, y mis hijos me decían, “Pero papá cómo vas a pasar de esa obra a los espermios, para mí era natural hacerlo, era lo que yo quería hacer, no me interesa encasillarme en un dramaturgo serio o de una sola línea, no me interesa quedarme en un solo lado, me disfrazo de espermio y actúo”. 

“En Chile nos da un poco de susto hacer humor porque es más difícil actuar, es más difícil tener la posibilidad de desarrollar un tema inteligente, el humor en nuestro país no se ha querido desarrollar como se debiera, ni tampoco se le ha dado la importancia que tiene”. Por eso se sorprendió cuando a las dos semanas de haber estrenado “Tres espermios desobedientes sin permiso de la mamá”, recibió una llamada de un periodista de La Segunda para hacerle una entrevista. “A la gente le llama la atención la manera en que yo digo las cosas, yo no me doy cuenta porque estoy acostumbrado a andar conmigo y a escucharme, pero claramente tengo una visión de las cosas que hace que las personas vean la realidad desde otro lado”.  

En este orden, lo que más le gusta es escribir, dirigir y actuar. Hace 14 años que decidió no hacer más teleseries como actor, pero cómo olvidar a su personaje Armando Mercader en “Machos” y el de Julio Videla en “Rossabella”, por el que obtuvo un premio APES como mejor actor (1997). 

Agradece hasta el día de hoy la llamada de la reconocida directora de Mega, María Eugenia Rencoret invitándolo a formar parte de un equipo de guionistas. “Escribir teleseries me ayudó mucho, tienes que escribir estés inspirado o no estés inspirado porque hay que entregar cien páginas todas las semanas, se adquiere una gran metodología de trabajo y soy un agradecido de haber podido explorar en ese mundo de escritura tan particular”. Y también le fue bien, trabajó con la destacada guionista Daniella Castagno en “Edificio Corona” y en “La Ley de Baltazar”. Otro de sus éxitos, fue “Pituca sin lucas” (2014), que lidera hasta hoy el ranking de las diez teleseries más vistas en Chile. 

En 2016 escribió junto a Jaime Vadell, la obra “Viejos de Mierda”, protagonizada por el mismo Vadell, Tomás Vidiella y Coco Legrand. A poco andar, la obra se transformó en un éxito sin precedentes en los últimos treinta años del teatro chileno, logrando una extraordinaria audiencia de más de 600.000 espectadores. En una sola frase, Bastidas sostiene: “Fue una experiencia fantástica e inolvidable”. 

“No sé si hay recetas para el éxito, desde mi experiencia, puedo decir que la honestidad es muy importante, creer en lo uno hace, en Chile hay un gran porcentaje de gente que hace cosas pensando en lo que van a pensar los demás, y deja de ser uno mismo. Creo que a través de mi carrera he sido consecuente con quien soy, con lo que pienso, pero no es una consecuencia intelectual sino todo lo contrario, es una consecuencia con mi ser, con mi esencia”. 

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