Conversamos con nuestros socios: Julio Jorquera y Fernando Guzzoni, directores de “Baby Bandito”, la serie que la rompe en Netflix.

Un mes antes de que “Baby Bandito” se estrenara en Netflix, más de cuatro millones de personas ya habían visto el tráiler. La serie que la plataforma de contenidos más grande del mundo estrenó el 31 de enero de 2024, ha sido hasta ahora un fenómeno en términos de audiencia. Y hoy en día, sigue encabezando el listado como la serie más vista con tres mil trescientas visualizaciones en lo que va desde su estreno mundial, siendo uno de los contenidos más vistos en 51 países de América Latina, Europa y en África.

Fernando Guzzoni (FG) uno de los directores sostiene: “Es curioso como un proyecto conecta con la audiencia más allá de la proximidad idiosincrática o del conocimiento que uno tenga de la crónica roja. Es fantástico como la serie ha logrado conectar con la audiencia a nivel mundial”.

Julio Jorquera (JJ) quien también dirige esta exitosa serie sostiene: “Teníamos el robo del siglo como punto de partida y la decisión fue ir modificando esos hechos para que de alguna manera la ficción fuera más entretenida. La idea era sorprender y en eso hemos cumplido.” La historia de Kevin Olguín, (en la serie Kevin Tapia) el chileno que integró la banda de delincuentes que robó más de seis mil millones de pesos desde el aeropuerto de Santiago en el año 2014, la rompe por estos días, tiene ocho capítulos, un ritmo ágil, buena música y es visualmente muy atractiva. Todos estos elementos han cautivado a los espectadores de todo el mundo. “Más que el tema de la delincuencia me interesaba más las consecuencias que tienen un acto así. El robo es el detonante del conflicto, pero no es lo más importante. Por eso creo que ha conectado tanto con la audiencia, por la forma en cómo se aborda la historia. Si bien en Chile la mayoría de la gente recuerda “el robo del siglo” no es así en otras partes del mundo como en Francia o Canadá donde también ha tenido un éxito desbordante”. En “Baby Bandito” la plata se transforma rápidamente en el objeto del deseo, lo que va determinando las acciones de los personajes y afectando sus vidas. Es así como a través de las redes sociales atraparon a Kevin quien fue detenido en Italia. “Existe una cultura de mostrar todo con total desparpajo porque se sienten intocables, ya no es como antes que los delincuentes tenían que andar escondidos, ahora no funciona de esa manera, son otros códigos.” En este contexto, Julio agrega: “La manera de consumir los contenidos está cambiando, la audiencia es mucho más exigente, los jóvenes de ahora no ven televisión, los canales tendrán que adaptarse a funcionar de otra manera, como apoyarse en los streaming por ejemplo, porque es muy difícil adquirir la capacidad de red que tiene Netflix”.

FG: “Me tocó grabar en Europa, filmamos en la Fontana De Trevi y en lugares icónicos de Roma, resultó un trabajo muy interesante, con escenas que le dieron valor a la serie. La historia de una banda delictual de extracción hiper popular y de este chico que construye un idilio, una vida romantizada que tiene que ver con el dinero, el poder y el lujo. Era necesario que la serie tuviera ese despliegue.”

JJ: “Tener una serie en una plataforma como Netflix, permite alcanzar una tremenda visibilidad ante audiencias muy grandes y eso es clave para nosotros, ya que pone a Chile en el mapa mundial y eso le hace muy bien a la industria audiovisual de nuestro país.”

FG: “Es la segunda vez que trabajo para Netflix, pero es la primera vez que hago una serie para ellos. Sentí mucho respeto por nuestra autoría y nuestras visiones, había confianza en nosotros y valoración por nuestra mirada e interpretación del relato”.

Fernando Guzzoni vive en México desde hace 2 años y en el momento de comparar la cultura en Chile y en el país azteca enfatiza: “Todas las expresiones artísticas en México tienen espacio y me llama mucho la atención lo masivas que son. Hay políticas públicas muy fuertes con respecto a la cultura, existen fondos, becas, apoyos de distribución, asociaciones con canales, con plataformas, con distribuidores de cine en cambio en Chile sólo hay plata para las películas chilenas de un fondo público y reducidos, ni siquiera hay coproducción con canales, no hay acuerdos con exhibidores, en México por ejemplo Cinépolis también es productor de películas”.

En este contexto, Julio agrega: “El Estado debe tener una cierta protección, pero también tiene que haber una mirada del mundo privado que es determinante, sin duda que el Estado tiene que dar facilidades a las producciones chilenas que no solamente tienen que ver con los fondos, sino con las condiciones en que uno filma. Chile cuenta con una geografía maravillosa que la hace muy atractiva para producciones extranjeras, pero existe una burocracia que pone muchas trabas al momento de filmar.”

Al momento de hablar de derechos de autor ambos directores tienen una opinión bien clara al respecto:

JJ: “La gestión de ATN es muy importante porque valida nuestro trabajo y de alguna forma eso promueve que nuestra industria vaya creciendo. Gracias al trabajo incansable de ATN, en Chile se ha avanzado muchísimo, pero aún falta un cambio de mentalidad a nivel país para que se fortalezca el respeto por los derechos de autor, tiene que ver con una mirada un poco provinciana de esperar que el arte sea gratuito y de que nuestro trabajo es solo entretención, entonces no debiera tener valor económico. Gracias a ATN los autores audiovisuales estamos recibiendo pagos por autorías anteriores, eso es un tremendo logro que hay que valorar”.

FG: “La gestión que realiza ATN es un trabajo duro y muchas veces invisible, sobre todo en una industria tan frágil como la chilena. Por eso el trabajo de ATN es vital, destacando que han luchado por la protección de los derechos de los creadores audiovisuales no sólo en Chile, sino que en el mundo entero”.

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