Jorge Marchant, guionista y socio fundador de ATN: “Haber logrado la Ley Ricardo Larraín, fue un hecho histórico.”

Jorge Marchant Lazcano, periodista de profesión, se convirtió en uno de los escritores más interesantes de la actual narrativa chilena y además participó en los inicios de las teleseries chilenas, trabajando con uno de los destacados e inolvidables guionistas: Néstor Castagno, con quien escribía los guiones en sus propias casas. “Era totalmente distinto, éramos unos bichos raros que escribían teleseries sin ninguna certidumbre. Teníamos invadidas nuestras casas con “cerros” de capítulos que teníamos que leer para convertir las historias brasileras en versiones chilenas, eran historias añejas y muchas veces ñoñas, entonces nosotros éramos los encargados de ponerle la enjundia y sobre todo construir una narrativa que fuera coherente con nuestra idiosincrasia para que los espectadores se identificaran con los personajes y engancharan con la teleserie”. Evocando esos años, enfatiza “Tuve la oportunidad de escribir novelas originales, tuve la suerte de escribir la primera novela que hicimos en democracia “Volver a empezar”, una novela que personalmente es las que más me gusta destacar de mi paso por la televisión”.

A fines de los ochenta estuvo un largo periodo en la televisión y se alejó de su trabajo narrativo, retomándolo a comienzos del 2002. Desde esa fecha hasta ahora, podemos encontrar los años más creativos y fructíferos de la obra literaria de Jorge Marchant.

A solo un año de presentar su exitosa novela “El favorito de las viejas”, el destacado periodista, escritor, dramaturgo y guionista, vuelve a las librerías con “Asuntos mal tratados”. El título está tomado de una cita de Virginia Woolf, que se incluye como epígrafe en el libro, “donde ella plantea que nuestras madres nunca pudieron resolver bien sus asuntos, un tema cultural que atañe no solamente a las madres, sino que al género femenino”. Más que un juego de palabras, entonces, porque en la novela también hay maltrato y abuso, quiso expresar esa dificultad de las mujeres “de asumir bien su historia, su trayectoria”.

Jorge Marchant sostiene que el tema de la revista femenina le interesaba desde hace décadas. Recuerda que hacia fines de los setenta tuvo una breve experiencia en la reconocida revista femenina “Paula”, donde trabajó como jefe de redacción. De ese paso por la revista, escribió hacia comienzos de la década de los ochenta, una obra de teatro que tuvo gran éxito, en torno a las relaciones humanas que se daban al interior de una revista. “La mirada que yo tenía hacia ese mundo no se ha detenido en mucho tiempo y creo que de alguna manera representa para mí un Chile chico, la revista como tal representaba lo que somos como país, las diferencias sociales, culturales que se dan en cualquier sociedad y eso de alguna manera lo volví a tener en cuenta al momento de escribir esta novela, teniendo en consideración que más que la revista, me interesaba en este caso, plantearme un mundo femenino, un mundo de mujeres. En “Asuntos mal tratados” hay tres narradoras: una madre y dos hijas, la madre es una antigua directora de un medio de comunicación y a través de ella se aborda el legado del periodismo feminista de la década del sesenta y setenta en Chile, donde existía un periodismo femenino muy cuestionador. El conflicto familiar que sostienen se desarrolla particularmente durante la pandemia. “Ese fue otro factor que me pareció fundamental: la desesperación de estar en esta suerte de incertidumbre, de qué iba a suceder con nuestras vidas, sin saber para dónde íbamos. Ese es el gran tema central de la novela”.

Este extraordinario hombre de comunicaciones fue uno de los fundadores de ATN, siendo su secretario general en 1996 cuando los autores de cine, teatro y televisión se agruparon en esta sociedad para recaudar los derechos de exhibición en el extranjero de sus trabajos y gestionar el pago por repeticiones de estos en Chile, así como también, buscar mecanismos para que los autores participaran de las ganancias generadas por sus creaciones. “Para mí ATN es una entidad fundamental, sin ATN creo que nada de lo que tenemos hoy, habría sido posible. Haber logrado la Ley Ricardo Larraín, es un hecho histórico, habla de una antes y un después, es un hito que marcó la creación de una industria seria y formal, que es lo que ahora tenemos, una presencia en plataformas internacionales y en conglomerados productivos muy importantes. Creo que marcamos un momento histórico del cual hay que enorgullecerse”.

Destaca que dentro de toda adversidad ATN ha logrado instalar el derecho de autor lo cual es muy importante. “Los logros de ATN, son la consecuencia más plausible de haber recorrido un camino largo y difícil, ser parte de ATN otorga a los autores tremendas posibilidades a nivel nacional e internacional. Ver la consolidación de ATN como un organismo que está a la par con entidades de la región y que está inserto en el contexto mundial son las consecuencias naturales que se tenían que dar después de la titánica lucha que dimos”.

“Creo que los derechos de autor en Chile son un tema del cual poco se habla y menos se sabe, esta materia debiera darse en los colegios, enseñar a los niños desde pequeños, así habría un aprendizaje de la obra artística, de la propiedad intelectual. Un porcentaje altísimo de los chilenos no nos reconocen, o nos ven como bichos raros. Hay que entender que el creador es una persona que está entregando un aporte tan válido y a veces mayor, que un empresario, que cualquier otro trabajador, con la diferencia de que nosotros estamos creando lenguaje, ilusiones, fantasías mitos, leyendas y un ojo crítico a lo que somo como pueblo. Sin cultura no hay desarrollo, no hay sueños, no hay un reflejo de lo que somos. Se debe educar al público a leer y a mirar en una forma más comprometida”.

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